N0VELA

EL DON

CAPÍTULO 22

EL GATO NO CABE EN LA BOCA DEL RATÓN

Marta y Ricardo estaban en la tienda de segunda mano, Ricardo estaba intentando conseguir los datos del que vendió el casco, pero el dependiente se negaba alegando que eran datos privados y no podía darselos. Ricardo estaba furioso:

- Voy a llamar a la policia.

- Ricardo, dejalo,- le dijo Marta- Nada vas a arreglar, aunque te hicieran caso, el hecho de ser el dueño del casco no significa mucho. El motorista puede alegar que ya te confundiste una vez y todo quedara en nada.

- Lo dejo, pero encontraré otra manera. Daré con el, te lo aseguro, por poco mata a Monica y eso no se quedará así.

UN DÍA DESPUÉS- 11 DE LA MAÑANA

Ricardo estaba en el despacho de su agencia de detectives en la calle Rosalía de Castro n. 20 en Santiago de Compostela. Casi estaba dormido en su silla tras la mesa porque hacía meses que no tenía clientes, pero iba al trabajo por si ocurría un milagro, el cual de no ser pronto tendría que cerrar. Y ya sé sabe los milagros a veces pasan. Y pasó que entro una mujer de unos 50 años, llevaba un abrigo y un bolso. Habló, tenía una voz juvenil para su edad:

- Buenos días, ¿es está la agencia de detectives?

- Si, pase sientese- Ricardo se levantó y le colocó la silla para que se sentara y volvió a su otra silla tras la mesa-.

- Dígame, ¿en que puedo ayudarla? Señora...

- Luisa.

- Pues, cuenteme, yo soy Ricardo.

- Pues vera señor Ricardo. Mi hijo ha desaparecido no sé nada de él desde hace tres meses.

- ¿Cuándo fue la última vez que lo vió?

- Cuando vino a casa a visitarme, el tiene 29 años y es panadero. Vive solo y que yo sepa no tiene amigos. Es un poco solitario. Aqui  tengo una foto suya, de los dos juntos de hace un año. La policía no hace mucho y necesito ayuda, ¿puede usted ayudarme? Por favor.

ESA MISMA NOCHE

Ricardo y Marta estaban en la cama en actitud cariñosa en el piso de esta. Ricardo se levantó y empezo a vestirse:

- Siento irme ahora, pero voy a dar una vuelta por los bares, a ver si alguien conoce al chico.

- No pasa nada, me alegro de que tengas trabajo, nos vendrá bien a los dos, ya sabes que a mi tampoco me va bien con mis novelas. Es un alivio que uno de los dos gané dinero. Pero no se te ocurra llegar tarde, no vayas a desatenderme por tu trabajo.

- Tranquila, Marta ya sabes que para mi lo primero eres tú.

En cuanto se fue, Marta se levantó, se pusó un camisón y dijo:

- Lo primero eres tú, serás cabrón, lo primero es Mónica y tu puto motorista.

Cogió el móvil de su bolso, se sentó en la cama, cruzó las piernas y marcó un número y espero a que cogieran la llamada. Alguien contestó al otro lado:

- Si, diga.

- Por fin consigo hablar contigo, joder ya era hora.

- Calmate Marta.

- ¡Qué me calme! Tienes que largarte de aquí, Ricardo no va a parar hasta dar contigo. Si necesitabas dinero podías pedirmelo y no robar bolsos, y menos de esa manera casi matas a una mujer, aunque hubiera preferido que estuviera muerta. ¡Tienes que irte o te encontrara! Y si sabe que nos conocemos me dejara y no estoy dispuesta a perderle, ni por tu culpa ni por la zorra de Mónica. Hare lo que haga falta y lo primero es que te largues de España.

- ¿ A dónde? No tengo dinero.

- No te preocupes lo tengo yo. No le dije nada a Ricardo, pero hace tres meses me tocó la loteria, 200 millones de euros. Antes de decirselo quiero eliminar primero los dos óbstáculos que hacen peligrar nuestra relación, uno eres tú y el otro Monica. Te doy 3 millones de euros si te largas lo más lejos de aqui y no vuleves nunca. ¿Aceptas?

- Joder, por esa cantidad voy a donde me digas.Hasta me cambio de nombre y me hago la cirugía estética.

-Dejate de bromas, si pierdo a Ricardo por tu culpa te mato.

- Vale tranquila, en cuanto me dés la pasta me largo.

- Vale quedamos mañana en el parque de la Alameda a las 10 de la mañana, ya tengo el cheque, pero asegurate de largarte al otro extremo del mundo.

-Lo haré, nos vemos mañana.

-¿De qué conoce Marta al motorista?

-¿Qué plan tiene para librarse de Monica?